El desempleo de la población laboral nicaragüense en Costa Rica alcanzó el 10.11 por ciento durante el último trimestre de 2015, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en su Encuesta Continua de Empleo. Según los datos, durante ese periodo estaban empleados 159 mil 332 nicaragüenses, hubo 16 mil 122 desocupados y 75 mil 898 no eran parte de la masa laboral pinolera en este país. De acuerdo con el INEC, de los ocupados 96 mil 55 fueron hombres y 63 mil 227 mujeres, 9 mil 321 féminas estaban sin trabajo y en esta misma condición hubo 6 mil 801 masculinos. En tanto, 54 mil 682 mujeres nicaragüenses no eran parte del mercado laboral, lo mismo que 21 mil 216 mujeres. Sobre estos datos, Rocío Campos, coordinadora del Centro de Información del INEC, dice que deben analizarse con precaución, “debido al limitado número de casos captados de algunas características para subgrupos de la población por la muestra”.
“Por ejemplo, las variaciones de los desocupados por trimestre de la población nicaragüense, podrían deberse a inconvenientes de la muestra y no necesariamente a una situación que se esté presentando”, añadió. No obstante, el desempleo entre nicaragüenses en Costa Rica es más que evidente y no es ajeno a los problemas de hallar trabajo que tienen los costarricenses, cuyo porcentaje en ese mismo periodo del 2015 fue de 9,7 por ciento, producto de las dificultades económicas que vive el país. Quxabel Cárdenas, coordinadora de la organización Enlaces Nicaragüenses y conocedora del tema migratorio en este país, asegura que desde la crisis económica mundial de 2008, algunos sectores como la construcción, el turismo y la agricultura no han tenido una buena recuperación parecida a los niveles anteriores a ese año. “La crisis dejó golpeados a sectores de bajo empleo costarricense y hay repercusiones en la población migrante, por ejemplo en construcción la recuperación ha sido lenta, el agrícola por ejemplo se esperaba incremento en el área de siembra de piña, me parece que el café ha estado estático en su precio. Realmente el nivel de empleo que se generaba antes de 2008 no está ocurriendo”, explicó. “La agricultura ha sido afectada por la sequía, el café por ejemplo por el hongo de la roya, se esperaba repunte del cultivo de la piña casi del 400 por ciento y ese plan se cayó. Hubo golpe en áreas florales. Si bien (la economía nacional) ha venido en una recuperación, el dinamismo de esos sectores mencionados en los que se emplean nicaragüenses ha sido lento el dinamismo”, añadió. Otra muestra del escaso empleo entre la mano de obra nicaragüense, era que los migrantes originarios de Nicaragua hasta antes del 2008 venían en masas y no duraban tanto tiempo en encontrar trabajo. “Ahora esa situación no es así, la gente tiene que venir claramente con un vínculo o empleador porque de lo contrario no se ubica en un trabajo. A pesar de que Costa Rica amplió a tres meses la vigencia de visa para nicaragüenses, para que pudieran encontrar empleo, hay personas que ahora no lo encuentran”, explicó. En el sector doméstico, según Cárdenas, las jornadas laborales se redujeron. Si una servidora trabajaba por horas cuatro días a la semana, ahora lo hacen en dos jornadas y con menos horas. A la lenta recuperación de la economía costarricense por la crisis mundial y la sequía, otro factor determinante en las dificultades de empleo de los nicaragüenses es la falta de documentación. Ahora los empleadores, al haber mucha oferta laboral nicaragüense, selecciones a quienes andan con sus papeles migratorios en regla para un puesto en sus empresas, a fin de evitar sanciones económicas contempladas en la Ley General de Migración dirigidas a quien contrate trabajadores irregulares, según Cárdenas. “Las pequeñas empresas lo que hacen es que sí emplean al indocumentado pero le imponen amplias jornadas laborales, menor salario y los amedrentas de que si pasa algo, lo denuncian ante migración”, concluyó.
0 Comments
|